El ¨Roto chileno¨ es una figura emblemática en reconocimiento a aquellos soldados que participaron en la Batalla de Yungay, un 20 de enero de 1839, en la guerra contra la Confederación Perú-boliviana, y que sin ninguna preparación militar y sin uniforme, triunfaron en el combate, dándole término al conflicto.
El 7 de octubre de 1888, durante el gobierno de José Manuel Balmaceda Fernández, se le erigió una estatua al ¨Roto chileno¨, en la plaza de Yungay, Santiago, para conmemorar este triunfo de las tropas chilenas, y tras ello surgieron decenas de réplicas en todo el país, una de ellas, Temuco, inaugurada en 1941 bajo la alcaldía de Manuel Montiel.